¿Cómo apoyar a los niños cuando uno de los padres tiene cáncer?


PUBLICADO EL 3 de julio de 2018
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Gloria Vargas vive un año complejo, pues su marido e hijo están viviendo procesos oncológicos de forma paralela. A esta preocupación se agrega otra no menor, sus nietas. Su historia la compartió recientemente en uno de los talleres de apoyo emocional del programa Camina Contigo, donde habló de su inquietud por la ansiedad que percibe en las niñas, de 3, 8 y 10 años, que ven a su papá enfrentar difíciles tratamientos para curar su enfermedad.

¿Cómo abordar esta ansiedad?, ¿qué y cómo contar lo que ocurre a los niños?, son algunas de las preguntas que se plantean muchos padres, abuelos y familiares a la hora de involucrar a los pequeños en los procesos de salud de sus seres queridos.

Constanza Zúñiga, psicóloga del programa Camina Contigo, es enfática en señalar que lo primero es no crearles a los niños un mundo paralelo ajeno a lo que sucede en la familia. “Muchas veces pensamos que los niños tienen que tener una vida como Disney y eso no puede ser así”, enfatiza.

Para la especialista, es importante que la familia observe si hay cambios conductuales en los niños luego de enterarse de una situación como la que afecta a los familiares de Gloria. Estar atentos permitirá actuar de forma oportuna, dice.

Junto con observarlos también es clave generar instancias de conversación que permitan entender qué es lo que están pasando y cuáles son sus sentimientos. “Lo que los niños no saben lo buscan en internet o lo resuelven con fantasías, por eso es importante contarles de una forma apropiada, pero hacerlos parte”, detalla Constanza. Lo ideal es que esta instancia esté asociada a alguna actividad que les sea grata a los pequeños, una salida especial en la que se sientan en confianza para compartir sus sentimientos.

En esa misma línea, Constanza Zúñiga sugiere a Gloria conversar con su nieta mayor, a quien ve más afectada, pero hacerlo en un espacio de mucha comodidad para la niña como, por ejemplo, invitarla a pintarse las uñas y en el marco de esa actividad preguntarle cómo se siente, pero en general, para que la conversación empiece a fluir, todo en un entorno más amigable para la pequeña.

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